Artículo publicado en agosto de 2015.
Ahora son Marco Asensio, Martin Odegaard o Jesús Vallejo. Antes fueron Sergio Canales, Bojan Krkic o Kiko Femenía. Los que nombro son o han sido futbolistas a los que mediáticamente han hecho estrellas sin que su brillo deslumbre lo suficiente por ahora.
Hago referencia a estas jóvenes promesas del mundo del fútbol que en su tiempo, probablemente por una mala gestión o por crearles expectativas fuera de su realidad próxima, quedaron o podrían quedar en un segundo plano futbolístico.
En el artículo hablo sobre lo que en mi opinión correspondería tener presente a la hora de gestionar personal y psicológicamente a este tipo de jugadores o promesas de otros deportes para que su progresión fuera sana y normalizada.
El deportista se encuentra en una situación novedosa y en la que todo va demasiado rápido. Lo que solemos ver es que el jugador pasa de jugar en categorías inferiores y viajar por su comunidad autónoma a viajar por España e incluso Europa, hacer giras, o que en vez de vestirse con una ropa común a que le lleguen cestas de ropa que por contrato le obligarán a llevar. Hasta ahí todo parece muy bonito y en realidad no tiene porque no serlo ( a todos/as a priori nos gustaría viajar por Europa y que nos regalen la ropa). El deportista pasará de ir a clase y ser un DNI para los profesores o un nombre de pila para sus compañeros, a ser el que juega en el Atlético, Barsa, etc.
¿Qué puede ocurrir ante esta situación de cambio?
Probablemente la mente del jugador no piense de forma tan simplificada como lo hacía con anterioridad, cuando su vida giraba entorno a lo que consideramos más normal, por tanto el deportista generará más pensamientos (más de los necesarios) ante su cambio de vida express.
Ante esta nueva aventura el jugador ha de sostenerse sobre tres pilares fundamentales.
1. FAMILIA Y RELACIONES AFECTIVAS.
"Con los pies en el suelo"
Con respecto a la familia, amigos, pareja, poco o nada debe cambiar en las costumbres que ya estaban establecidas siempre que sean factibles. En ocasiones será el propio jugador el responsable de recordarlo, que sigue siendo el mismo a pesar de su fama. Es importante que si es que ya no la trae de serie, se le recuerde desde su familia y seres queridos que la humildad es un valor fundamental.
El jugador se verá inmerso en una avalancha de halagos que en dos semanas se pueden convertir en críticas, por tanto remarco la frase inicial, con los pies en el suelo.
Un claro ejemplo de cómo gestionar a un deportista en sus primeros pasos se ve en la familia de Rafael Nadal, sus padres nunca dejaban que pagara si salían a cenar a pesar de que él ganara más que ellos. No se compró un coche más lujoso hasta que no ganó su primer Wimbledon (ya llevaba 3 Roland Garrós a las espaldas) y continuamente su tío le recordaba que sólo era un jugador de tenis sin más.
El simple hecho de que empieces a ganar dinero o salgas por la televisión no te hace que tengas que tener más privilegios en casa con respecto a tus hermanos/as y eso debe mantenerse tal cual.
En cuanto a los amigos, puede que salga alguno con más interés de lo debido ahora que saltas a la fama, el jugador debe ser inteligente para identificar al que de verdad está y estará ahí cuando lo necesite. Las amistades express creadas cuando estás arriba no son sanas y se esfuman cuando tu fama desaparece.
2. ENTRENADOR-CUERPO TÉCNICO
Es importante que el cuerpo técnico siga también un camino adecuado para que la proyección del deportista no se vea asfixiada por la fama.
El entrenador juega un papel fundamental ya que el trato no sólo ha de ser bueno sino que ante la nueva aventura que se le presenta al jugador requiere de una mayor atención. Debe tener palabras de confianza hacia él y ofrecerse para que le pueda ayudar. Ya quedó atrás el entrenador autoritario que deja al nuevo para ver si vale o no vale, el buen líder debe estar pendiente y facilitarle el camino en la medida de lo posible depositando su confianza.
En cuanto al resto del cuerpo técnico, también ha de facilitarle el camino, no es que tenga que tratarlo mejor que a los demás pero tampoco tener la mínima discriminación porque sea "el nuevo" o "el joven".
En cuanto al psicólogo, debe servir como guía ante el nuevo camino que comienza, evaluando las variables psicológicas que influyen en su rendimiento para poder ayudarlo a potenciarlas y teniendo especial atención casi siempre en la inteligencia emocional del jugador. ¿Por qué la inteligencia emocional? Pasar de ser indiscutible en su anterior equipo a tener que ganarse un puesto con los mejores pueda dar lugar a frustración temprana o pérdida de confianza si no tiene las oportunidades esperadas, y esto puede generar que no maneje correctamente sus emociones. También la ansiedad que le puede generar el querer demostrar lo que vale en poco tiempo le puede jugar una mala pasada. Es positivo recordarle que el fútbol no deja de ser un juego, que ha de disfrutarlo.
3. COMPAÑEROS DE EQUIPO
Con respecto a sus compañeros, se encontrará con una situación que además de novedosa, a veces puede estar llena de obstáculos. Lo lógico y positivo es que los capitanes y jugadores más influyentes den una grata bienvenida e intenten facilitar la integración. Sin embargo en ocasiones te puedes encontrar compañeros a los que les eres indiferente o que focalizan al nuevo como a un rival en sentido negativo y no como a un compañero con el que competir y que pueda ayudarte a sacar lo mejor de ti mismo. Como esto no depende de ti, lo que le queda por hacer al nuevo jugador es dedicarse a hacer su trabajo y mantenerse firme en su personalidad. Nadie es más que nadie y todos merecen respeto, por tanto mi recomendación es "mantén tus valores" aunque te puedas sentir tentado a cambiarlos por impresionar o querer aparentar algo que no eres.
Por último, más allá del terreno de juego, tener en cuenta que el nuevo jugador compartirá vestuario con padres de familia, algunos en sus últimos años de carrera profesional y con hábitos totalmentediferentes a los de chicos de su edad. Mi consejo: "No te saltes ningún paso".
Os dejo un video que manifiesta la ansiedad que presenta el jugador Kiko Femenía en uno de sus primeros partidos con el Hércules. Con ayuda profesional y de los compañeros estas situaciones se pueden evitar o disminuir.
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