La confianza es la capacidad de creer en nosotros/as mismos y saber que estamos preparados para cumplir nuestros objetivos. Cuando esto no ocurre, aparece la incertidumbre y pensamientos que merman nuestro equilibrio mental, pero por suerte hay solución, es cuestión de trabajar en ello. En primer lugar es importante hacer alusión a que la situación individual de un deportista con baja confianza puede cambiar si se trabaja orientado a objetivos que mejoren esa confianza y por ende el nivel de competitividad del jugador, por lo que hay que centrar todos los esfuerzos en aprovechar el entrenamiento para ir mejorando gradualmente esa confianza perdida. Al deportista le debe quedar claro que cada entrenamiento es una oportunidad de ganar confianza y estar más preparado.
¿Cómo mejorar la confianza perdida? Cuando un jugador no tiene confianza en sí mismo encuentra evidencias por sí mismo de que no está bien, sus pensamientos van ligados al “que mal estoy” se preocupan por el qué dirán, se concentran mal, proyectan una comunicación verbal y no verbal negativa. Tienen una característica fundamental que es que aunque consigan pequeños éxitos deportivos no son capaces de darle valor y se centran en los momentos de fracaso que han tenido. Sin embargo, la características para que jugador recobre la confianza es: - Tener un autodialogo interno positivo - No centrase en el error demasiado tiempo, sino analizarlo para corregirlo y volver rápido a su estado de máxima confianza. - El entrenador le debe transmitir que debe tener seguridad en sí mismo, calma y estar concentrado únicamente en entrenamientos y partido, evitando ruido externo, críticas, etc. - Generar un grupo de apoyo no solo a nivel de equipo cohesionado sino también el apoyo de la familia y amigos (siempre que su mensaje sea positivo, ahí habrá que elegir de quién te rodeas y que energía te transmiten). Cuando se ve la verdadera cara de la confianza es cuando el jugador está bajo presión. Un deportista que tiene confianza en sí mismo disfruta de la presión. Este es un mensaje que los/as entrenadores/as deben transmitir en entrenamientos, sobre todo cuando se desarrollan situaciones de entrenamiento que puedan estar en desequilibrio y les genere más presión al del equipo inferior, por ejemplo. Las situaciones críticas al deportista con confianza le gustan y al deportista con baja confianza no. Analizar cómo se comportan en este tipo de situaciones y recordarle que estos son momentos que se pueden encontrar en los partidos, que esto es entrenar la confianza para que cuando existan momentos de presión, sepan cómo hablarse a sí mismos y en qué centrarse independientemente de a quién tengan delante y del resultado que se esté dando.
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También es importante tener en cuenta que cuando hablamos de baja confianza, para reconducirla, dentro del staff técnico debemos utilizar el efecto Pigmalión, es decir, reforzar al jugador por los pequeños logros que vaya obteniendo, incluso utilizando frases que generen expectativas de logro en el deportista más allá de las que él mismo cree que puede hacer. Ahí no sólo participas tú, entrenador, también el resto de staff, acción buena, acción que se puede reforzar. Acción mala, acción que se debe corregir (ahí solo entrenador/segundo entrenador) en lenguaje constructivo para indicar cómo hacerla bien, nunca recordar el error (el jugador ya lo sabe). Como decía anteriormente, el jugador con baja confianza se centra demasiado en el exterior, se centra en su pensamiento en la frase “no puedo” y sobre todo tiene pensamientos irracionales que no van en concordancia con su nivel de ejecución, por lo que su mente lo dirige a emociones negativas y esto va a influir en su toma de decisiones. Pasos para mejorar la confianza - Importante mantenerse en el juego, es decir, enfrentarte a errores, a miedos y situaciones difíciles pero asumibles. Cuando te enfrentas a eso y te mantienes es cuando estás cimentando una confianza adecuada. Esto se puede tener en cuenta tanto para transmitirlo verbalmente como para trabajarlo en el entrenamiento en el que puedes introducir situaciones en las que se trabaje bajo presión, resultados en contra, equipo de menos calidad con el de más calidad, y sobre todo verbalizar que este es el momento de trabajar bajo presión para tener la máxima confianza posible en uno mismo. - Reforzar las cosas que se han hecho bien durante el entrenamiento, los aciertos, dar un feedback positivo tanto individual como grupal cada vez que tengas la oportunidad. - Trabajar las metas a corto plazo y hacerlas por escrito, debiendo ser simples o fáciles en este preciso momento, siempre desafiantes pero alcanzables. Fases para adquirir confianza (Moore y Stevenson)
- Fase educacional: informarle al jugador de que la confianza se puede entrenar. - Fase de entrenamiento: decirle al jugador que si sumamos concentración + calma + seguridad vamos a obtener una alta confianza y esto se trabaja y se consigue con entrenamiento psicológico y se aplica durante los entrenamientos en pista/campo. - Fase de simulación: generar pensamientos alternativos cuando los pensamientos sean negativos. Importante trabajarlo por escrito. Por último y centrándome únicamente en el rol del entrenador, debes ser un líder que refleje en sus indicaciones y ruedas de prensa las muestras de seguridad, recordando y dejando claro cuál es su plan y venderlo diariamente para que ese liderazgo se refleje en los jugadores y vean que el entrenador/a es capaz de transmitirlo. También recalcar que los entrenamientos van a ser duros pero se deben tomar como una inversión y debe existir la diversión más que la palabra sacrificio. El equipo tiene que sentir que ningún otro equipo se está preparando tanto como ellos, ya que eso aumentará su confianza de cara a la competición.
Nacho Osuna
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