La inteligencia emocional es la capacidad que tenemos para controlar las emociones y ponerlas a nuestro favor, consiguiendo que nos ayuden a realizar nuestras acciones de la mejor manera posible. Digamos que trasladada esta definición a un ejemplo futbolístico, la inteligencia emocional es la que permite al jugador tener el autocontrol necesario para seguir rindiendo al más alto nivel después de un mal remate, tiro de falta, recibir una dura patada, agresión, alguna pregunta periodística que pueda ir con dudosas intenciones o que tengas a un estadio entero gritando en contra tuya.
Sería absurdo por mi parte no ser consciente de las muchas cualidades y capacidades que tiene Cristiano Ronaldo. Sin embargo, salta a la vista que un partido tras otro manifiesta no tener un control adecuado de su
s emociones, lo cual le perjudica no solamente a él, sino también al equipo al que pertenece.
¿Qué explicación tiene el comportamiento de Cristiano?
El ser humano como tal, basa sus acciones en los pensamientos y emociones que anteceden a estas, es decir, al igual que cuando piens
as en todo el tiempo que has dedicado a prepararte un examen importante, dando lugar a generar una emoción de seguridad y por consiguiente aumentando la probabilidad de hacerlo bien, puedes verte en la otra cara de la moneda, que es cuando fallas una falta, pase, remate, te abuchean o cualquier otra cosa que puede producir en ti (si no sabes controlarlo) un pensamiento negativo, generar una emoción negativa de enfado, ira, rabia, etc. y aumentar la probabilidad de que la próxima acción no sea lo más favorable para ti y el equipo.
Seguramente, además de no haber realizado un entrenamiento adecuado en técnicas de autocontrol, la gran ambición y alta autoexigencia a la que Cristiano se autosomete cada día, dan lugar en muchos casos a que continuamente, cada vez que se encuentre en una situación desfavorable en un partido, entrenamiento, ante la prensa o ante el público, no consiga controlar sus emociones y "pierda los papeles".
Quizás como lector puedas cuestionarme que Cristiano es dueño de sus emociones y acciones porque por ejemplo una vez es criticado desde la grada, su emoción de rabia le lleva a actuar en consecuencia, con gestos y palabras inadecuadas, y que lo hace porque él quiere. Entonces lo que cabe responder es que sí que es dueño, pero no de las emociones y acciones adecuadas para él y para el equipo, ya que se muestra ausente de toda inteligencia emocional, y esto tanto a medio como a largo plazo lo único que puede hacer es perjudicarte.
Un deportista profesional debe intentar en todo momento ser emocionalemnte como una piedra , cuando el rival (ya sea jugador o aficionado) sabe lo que piensas y sientes, cuando le muestras tus cartas malas sobre el campo, va a por ti sin piedad. En mi opinión este es el talón de Aquiles de Cristiano, ya que aparentemente parece ser una piedra, pero conforme se van sucediendo acciones negativas, pasa a ser una piedra de papel, vulnerable y cargado de de negativismo.
En el deporte no siempre salen las cosas como uno quiere, si mezclas el perfeccionismo y autoexigencia con una pobre inteligencia emocional, lo normal es que si no salen las cosas como has planeado, vivas en una continua inestabilidad emocional. Esta inestabilidad lo único que consigue es retardar que centres la atención en tu momento presente, y sobre todo que la centras con pensamientos positivos, que te ayuden y te permitan mostrar lo mejor de ti.
He de añadir que Cristiano es un caso muy particular, y debido a las enormes virtudes y a la gran autoconfianza basada en horas de duro entrenamiento, puede camuflar en ocasiones ese negativismo en el que se vería sumergido cualquier otro humano de a pie, consiguiendo magnificas marcas de todo tipo, sin embargo pienso que como profesional tiene un margen de mejora enorme en este aspecto emocional del que os hablo.
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